Desde hace algún tiempo, en España estamos viviendo un fenómeno bastante curioso. Se trata del creciente interés por África por parte de las instituciones públicas o privadas, llámense ministerios, bancos o cajas, ONGs, universidades, ayuntamientos, etc. Me pregunto por qué. Y la respuesta me asusta. También se mostró bastante interés por África cuando los exploradores hoy afamados fueron a descubrir África y prepararon el terreno para la colonización. Este imparable interés indica que España busca garantizar su Estado de bienestar a costa de la miseria que viven los africanos.
Evidentemente, resulta gratificante que la sociedad española se informe y conozca las atrocidades cometidas por Occidente (incluida España) en la esclavización, colonización y transformación del imaginario colectivo de las sociedades africanas. Como siempre sostengo, serán estas mismas sociedades españolas (y occidentales) las que en su día decidan poner fin a esta relación de dominio y poder entre Europa/España y áfrica, siempre y cuádo sus dirigentes sigan accediendo al poder por medio del sufragio universal.
Lamentablemente, entre congresos, cursos, jornadas, conferencias, programas radiofónicos, etc., siempre habrá quien quiera exhibir su africanidad, gracias a algún viaje realizado a algún país africano. Y ya va siendo hora de que las informaciones transmitidas estén capitaneadas por los mismos africanos residentes en esta diáspora española. Y si va a haber un diálogo entre España y África, o entre españoles y africanos, debe ser un diálogo franco, abierto y sin dominante ni dominado. Los africanos tenemos mucho que enseñar a los españoles.